16. Forma y material

El mismo y antiguo dilema, el mismo ritual que en otros oficios: tomar distancia, mirar, acercarse, agarrar, sentir, vacilar, entonces actuar con decisión y finalmente, pausas prolongadas. Esto pensaba, mientras bajo el malecón de la playa grande de Cartagena, Eduardo Loyola, el artista vagabundo creador de la arenografía, seleccionaba sus arenas de colores con las que daría vida a fauna silvestre, ríos, cordilleras.
Después de algún tiempo, creí haber descubierto una cierta paradoja en el trabajo de Eduardo: lo que producía era obligatoriamente efímero, durante el día y la tarde, sometido al consumo ávido e inmediato, como corresponde a las reglas del juego de la moda; durante la noche la obra abandonada a la merced del viento, los animales, los borrachos y el mar.
En ese pequeño trozo de playa, que Eduardo rescata hace ya más de 25 años, sólo cuenta el "aquí" y el "ahora", nunca el "ayer". A pesar de ello, el arenógrafo -como le gusta que lo llamen- se inspira en fotografías e ilustraciones de tiempos pasados, donde el arte se habría vivido a otro ritmo y el "trabajo" tenía otra categoría. Por ello, me parecía que Eduardo se expresaba simultáneamente en dos lenguajes, que tocaba dos instrumentos a la vez: lo efímero y lo duradero, lo volátil y lo estable, lo fluido y lo compacto.
Ese era su estilo, y ojo que el estilo puede llegar a ser un enorme problema: el "estilo" siempre alberga el peligro de convertirse en una prisión, en una sala de espejos donde lo único que haces es reflejarte a ti mismo e imitarte.
Tengo la sensación de que el arenógrafo está muy consciente del problema. Naturalmente, él también había caído en la trampa hasta que finálmente se propuso no volver a caer, porque había aprendido a aceptar su estilo, a dejarlo todo por su pasión, por su arte; por su forma y material. La prisión cedió de repente a la enorme libertad.
Esto es para mí un autor. Alguien que tiene algo que decir sólo porque sabe expresarlo con su propio lenguaje, y que finalmente, dentro de este lenguaje encuentra la frescura para convertirse en guardián de su prisión, en lugar de seguir siendo el prisionero.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente personaje, me acuerdo de él!! es como el "divino anticristo" de cartagena, el jonás del tabo, etc. ¿podrías publicar mas imágenes de él?

CasaGrande dijo...

oye alfombra, que sea una botella, mistral de 35? perfecto....enviala, ya.... saludos, de mueble puro a mueble puro.

librakaur dijo...

La prisión cedió de repente a la enorme libertad...es la lucha del día día, no solo de los artistas...finalmente todos somos creadores de caminos...que el viento, la lluvia, y otros depredadores van borrando.

saludos porteños de valpo.

Anónimo dijo...

mmm... un poema por un poema.
hey Mueble!! cuando presentas una cancion para oir??
cuando traes ese libro para leer los nuevos poemas ke entraran en mi cabeza para sanar dia a dia la intrankilidad ke siento!!... aki dejo un poema... ke tengas lindo dia.. he cumplido!!!

Balada del mal genio

Hay días en que siento una desgana
de mí, de ti, de todo lo que insiste en creerse.
Y me hallo solidariamente cretino
apto para que en mí vacilen los rencores
y nada me parezca un aceptable augurio.

Días en que abro el diario con el corazón en la boca
como si aguardara de veras que mi nombre
fuera aparecer en los avisos fúnebres
seguido de la nómina de parientes y amigos
y de todo el indócil personal a mis órdenes.

Hay días que ni siquiera son oscuros.
Días en que pierdo el rastro de mi pena
y resuelvo las palabras cruzadas
con una rabia hecha para otra ocasión
digamos, por ejemplo, para noches de insomnio.

Días en que uno sabe que hace mucho era bueno.
Bah, tal vez no hace tanto que salía la luna
limpia como después de un jabón perfumado.
Y aquello si era auténtica melancolía
y no este malsano, dulce aburrimiento.

Bueno, esta balada solo es para avisarte
que en esos pocos días no me tomes en cuenta.

Mario Benedetti

Anónimo dijo...

Interesante el concepto de hacer obras efimeras, obras como la vida.. que se crean y mueren en un espacio de un dia.. que solo perduran en el recuerdo de uno.. en una fotografia.. Esa libertad que nos hace humanos pero que nos aferra a esa prision que los recuerdos nos hacen cada vez que miramos el mar. Un gran Personaje, un Autor como dices Barcarola.. eso es un autor, quien sabe llegar con algo tan simple y complejo a la vez a todo el mundo..

saludos desde este rincon del planeta

© payasini dijo...

Algunos usan la arena, otros la música, la pintura, las palabras, la vida misma, todos somos autores de nuestro ahora, por mas que dibujes el mañana puede aparecer una ola que se lleve tu arena que con tanto trabajo y dedicación ubicaste y coloreaste.
A pesar de ser todos autores de nuestra propia obravida,, no se si todos alcancen llegar a ser guardianes de su prisión y permanecen siendo toda su vida prisioneros.
Yo creo que aun no me libero


Salud barcarola, por una pronta liberacion!!!

Anónimo dijo...

Uy, harto tiempo sin pasarme por aquí.


Saludos señor, un abrazo grande desde viña


(K)

Anónimo dijo...

olá...tb gostei do seu blog!
seja bem vindo!

=)

érica