14. Un Mueble premiado

Bianchi, Barcaza y al medio Carrasco, la BBC mueblera


Esta semana recibimos la noticia que nuestro cófrade y camarada, el mueble Julio Carrasco Ruiz, hizo para sí el premio Revista de Libros de El Mercurio. Al respecto, comparto parte del dialogo que sostuvimos esta mañana:

- Pez: Hermano, que bien saliste en las fotos !!
- Malayo: Wn la cagó, con esas fotos me voy derechito a las teleseries!!
- Pez: jajajja
- Malayo: sin embargo me entristece pensar en la mirada de las chicas cuando me conozcan. Es que soy tan feo.
- Pez: Hermano, no digas eso. Sólo trata de no arrugarte mucho cuando te rías. Mira a tu tío, por qué crees que le decían “la vieja” Carrasco en el Quilapayún?? Puede ser algo de familia…
- Malayo: no se brad, esto me pone mal…
- Pez: Cuando veas que las chicas se te acercan, acuérdate del calamar y estira el rostro. Cuando sientas que te viene la risa, estira el rostro. Ríete como en un aire prolongado y misterioso, tal como lo hiciste para el fotógrafo del mercurio…
- Malayo: Puede que tengas razón hermano, porque no era fotógrafo, era fotógrafa!!

Una vez que cortamos me puse a reflexionar sobre el calamar y su rostro conspicuo e insondable. El calamar se parece al poeta en dos cosas fundamentales: en que puede tomar a voluntad el color que más le convenga y en que se defiende con la tinta. Cuando se siente acechado es cuando echa mano a esa boligráfica fisonomía que posee su intestino e inmediatamente se disuelve en el agua un gran chorro de tinta. ¿Qué nos dice en aquel mensaje el calamar? No se ve nada. No se entiende nada. Para evadir la persecución, el calamar ha lanzado un largo y oscuro poema y se ha escabullido. Veinte, treinta, cuarenta versos por un instante en el líquido elemento, y no hay opinión en el fondo de los mares, o esta opinión debe de conmoverse poco.

¡Salud Malayo!
Comparto con ustedes un poema, aún inédito, del laureado libro "32 despedidas antárticas" de Malayo:

Los detergentes líquidos

Los detergentes líquidos imitan
el color y el aroma del zumo de limón
Más de una vez estuve
tentado a beberlos siendo niño
Entre azulejos cubiertos de óxido
los miraba deslizarse de un recipiente a otro

La televisión resplandecía
desde el living a oscuras
delineando mi propio reflejo
en esos frascos de plástico

Un jugo verde intenso
como la fiebre

pero un niño no podría saberlo.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Que buena reflexion la del calamar, en el fondo todos tenemos un poco de eso, de lanzar cosas para que no nos ataquen y asi tener tiempo de salir corriendo pero en fin la vida se encarga de enseñarnos que esta no es la mejor forma ... felicitaciones a tu amigo mueble,la humildad con que asume todo esto es digna de imitar ... Salucita!!!!
Pel

Anónimo dijo...

Los Calamares cambia de apariencia con el fin de mimetizarse, realizar cortejos o amenazar cuando sea necesario además cambian su aspecto en menos de un segundo. Con estas características puede resultar complicado llegar a conocerlos.
En general todos tenemos armas de defensas para enfrentar lo desconocido, lo que nos disgusta o simplemente lo que no queremos.
Al final cada uno elige como defenderse, tal vez lo mejor es ser autentico o tal vez no!!! Quien sabe?
Excelente posteo... para mi gusto uno de los mejores
Saludos Señor Pez

Anónimo dijo...

Oyeeee, quien dijo que julito es feito?? yo lo encuentro muy guapo. Lo malo es que es muy frescolin y se le nota mucho...

Anónimo dijo...

ja,ja,ja,ja..escribele eso en su blog!!!!

Anónimo dijo...

Realmente son FEOS estos muebles jajjajaj
y tu para que hablar... estay bien GUATON!!

Anónimo dijo...

Conversando con dibujante de comic que raya con los calamares, quedamos en que la tinta es una eyaculacion de su arte. En definitiva, el calamar, es un grafitero impulsivo.

Anónimo dijo...

las apariencias engañan,lo que se ve por fuera puede que nosea el ser maravilloso que hay por dentro.tengan en cuenta que los calamares cambian de apariencia para protegerse de los que quieres hacerles daño.
a.d.l.i.t.a.m