Yo te amaba.
Amaba tu rostro de manantial
Abarrancado por la tormenta
Y la cifra de tu dominio que cercaba mi beso.
Hay quien se confía a una imaginación redonda.
A mí me basta ir.
He traído de la desesperación
Un cestillo tan pequeño, amor mío,
Que ha sido posible trenzarlo con mimbre.
rené char